30 de septiembre de 2007

EL MESTER DE CLERECÍA


EL MESTER DE CLERECÍA. GONZALO DE BERCEO.

EL ARCIPRESTE DE HITA.


1.- El Mester de Clerecía.

En el ámbito castellano nace en el siglo XIII como el primer movimiento culto español. Se crea a raíz del Prerrenacimiento, nacido en Italia y Francia un siglo antes. Algunas circunstancias sociales colaboraron en su nacimiento: desde la victoria cristiana en Navas de Tolosa, en 1212, la guerra va cediendo paulatinamente, posibilitando el crecimiento urbano y la creación de universidades -la primera, en Palencia se funda precisamente entre 1212 y 1214-, que se suman a los monasterios como foco irradiador de cultura al que se acoge el mester. Además la ruta jacobea es también atracción para nuevas ideas; y en el IV Concilio de Letrán se promueve, de un lado, la necesidad de que los clérigos se culturizasen y, de otro, se invita a la evangelización en lenguas romances.

El nombre y sus rasgos definidores le vienen de la estrofa segunda del Libro de Aleixandre, donde se destacan varios conceptos claves: Mester sen pecado (...) de clereçía, se refiere a que es una escuela eminentemente digna y moralizante, desvelando su carácter didáctico -en oposición a la índole noticiera de la juglaría- y ligada a la condición de saber eclesiástico, es decir, culto: en contraposición a la base tradicional de la juglaría, el de clerecía bebe en las fuentes cultas latinas. Además aparece una conciencia de autoría que no tiene sentido en la tradicionalidad de las composiciones juglarescas.

Cuaderna vía, como grant maestría, es muestra de la voluntad artística de estos autores, opuestos al anisosilabismo y descuido del mester de juglaría. En efecto, la cuaderna vía -también llamada tetrámetro, tetrástico y tetrástrofo monorrimo- se compone de cuatro alejandrinos monorrimos en consonante. Este metro se importó del Roman de Alexandre francés, de la segunda mitad del XII. Éste, a su vez, lo tomó del Aleixandreis, en latín, que era usado como libro de docencia. Con todo, no todas las obras del mester tienen esta estrofa, especialmente en el siglo XIV.

La extensión del mester es variable según la crítica: mientras que Deyermond y López Estrada mantienen que sólo las obras del XIII son de la clerecía, Menéndez Pidal sostiene que también las del XIV han de incluirse bajo esta etiqueta. Sí es cierto que las diferencias entre las composiciones de un siglo y las de otro muestran rasgos distintivos; de ahí que no sea tan fácil alegar la segunda estrofa de nuestro Aleixandre como una suerte de poética del mester de clerecía:

O Mientras que en el XIII hay mayor regularidad de la cuaderna vía, en el XIV hay una mayor heterogeneidad con la aparición de letrillas, pareados, trísticos,...

O Las del XIV introducen elementos líricos, en oposición a la absoluta predominancia de lo narrativo del XIII.

O El didactismo, claro al principio, se va haciendo cada vez más ambiguo.

O La heterogeneidad de fuentes es mayor por momentos.


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LA ÉPICA MEDIEVAL. LOS CANTARES DE GESTA.



LA ÉPICA MEDIEVAL. LOS CANTARES DE GESTA.

EL POEMA DE MÍO ÇID.

1.- Características generales de la épica.

La palabra épica viene del griego epiqué, que a su vez se forma de epós, que significa palabra o canto. Por su parte, gesta proviene del latín gero, hacer. En efecto, un poema épico, o, entre nosotros, cantar de gesta, es un canto narrativo de tipo tradicional en el que se narran las hazañas legendarias de un héroe para la creación de una unidad nacional. El conjunto de poemas épicos de un país forman su epopeya. Encontramos cuatro grandes grupos épicos: el oriental, con el Ramayana y el Mahabharata; el clásico, con la Ilíada y la Odisea; el germánico, sin textos conservados; y el románico, es decir, el francés y el español, ya sea primitivo y medieval o bien culto y renacentista.


Según Colin Smith, los elementos definitorios de ella son los siguientes:

/Un héroe que ha de conseguir un ideal y se ve obstaculizado en su empresa.

/Tal ideal es un ejemplo moral para una comunidad.

/El héroe tiene contactos con la divinidad, de modo que su gesta puede devenir empresa providencial.

/El mundo es el varonil de la guerra, sin cabida para lo cortesano.

/Ostenta un tono elevado y sublime.

2.- Teorías sobre el origen de la épica románica.

2.1.- Teoría romántica: G. Paris.

Piensa éste que es reflejo del espíritu del pueblo, Volkgeist, de modo que es una creación colectiva y espontánea: entre los siglos VIII y IX los soldados cantan en francés poemas épico-líricos sobre hechos históricos llamados cantilenas. En el siglo XII un juglar une varias cantinelas y surge, en el 1100 el primer poema épico: la Chanson de Roland.

2.2.- Teoría positivista: Milà i Fontanals.

No fue compuesto por el pueblo sino por un autor individual, que se dirige con su poema a una clase aristocrática y caballeresca. Posteriormente llega a manos de los juglares, que lo divulgan entre el pueblo. Para él no existen las cantilenas porque es una invención crítica: antes del XII no se puede demostrar que haya nada

2.3.- Teoría jacobea: Bédier.

Los poemas épicos románicos son plasmaciones de leyendas eclesiásticas inventadas, antes del XII, por monjes en monasterios del Camino de Santiago para atraer público. Ellos, o juglares contratados para el caso, son los autores del poema, cuyas bases históricas se recogen en las crónicas en latín.

2.4.- Teoría latina: Willmote y Chiri.

Es una continuación de la tradición épica latina que parte de La Eneida: sus promotores eran los guardianes de la cultura impresa: los monjes. Menéndez Pidal les adujo que el tema fundamental de la épica románica es la venganza de sangre, contraria al Derecho Romano; además hay un costumbrismo germánico que no aparece en las fuentes latinas.

2.5.- Teoría tradicional: Menéndez Pidal.

Es tradicional en cuanto el poema tiene un autor individual originario: tiene forma de cantilena, de pocos versos. Cuando éste empieza a divulgarse se recuerda quién es el autor, como ocurre con la poesía popular. Posteriormente se olvida al autor y las lagunas que no se recuerdan del poema se reponen mediante nuevas invenciones: llega un momento en que el poema vive a través de variantes, que es lo que define la poesía tradicional. Los que tienen unos mil versos -los franceses- los llama kurtzepos; mientras que los que cuentan con dos o tres mil versos -los españoles- los denomina grossepos. Alguien, en esta etapa tradicional, fija por escrito una de las variantes ampliándola y modificándola, que es lo que hoy tenemos. Por tanto hubo épica anterior al siglo XII.

Nuestra épica deriva de los cantos historiales germánicos, anteriores al XII. Tres hechos lo demuestran: en primer lugar, se nota que los Fragmentos de La Haya son un trasvase del siglo X de un poema en hexámetros latinos que ya contiene a cuatro caballeros carolingios; además la forma de contar las batallas es típicamente germánica, demorándose en el cuerpo a cuerpo. Por otro lado, hubo una enorme moda onomástica Roland - Olivier y Rolando - Oliveros antes del XII, lo que indica la popularidad de los héroes de la Chanson. Por último, la Nota Emilianense, del siglo XI, de dieciséis líneas y en latín, ofrece un resumen de la leyenda de Roncesvalles, donde hay personajes que no están en la tradición latina ni en la francesa, pero sí en la española.

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15 de septiembre de 2007

Gramática de la Fantasía de G. Rodari



Gianni Rodari es ese maestro que todos hubiéramos querido tener. Como no ha sido posible, al menos podemos conformarnos con leer lo que él escribió. Este libro, La Gramática de la Fantasía, no es un libro de lengua, ni es un libro de literatura y, al mismo tiempo, es un libro de lengua y es un libro de literatura. Y esta dualidad se convierte casi en un binomio fantástico, ¿qué se podría hacer si unimos un libro de lengua con un libro de literatura y además añadimos un poco de imaginación y de fantasía y de ganas de innovar y nos alejamos de los arquetipos? Efectivamente, tenemos La Gramática de la Fantasía.

Si quieres conocer un poco más sobre Rodari entra en http://www.imaginaria.com.ar/12/5/rodari.htm, hay montones de sitios más, pero en éste vas a encontrar su bibliografía completa.

Comentario de un dezir del Marqués de Santillana


Calíope se levante
e con la farpa d´Orfeo
vuestras virtudes cante,
dona de gentil asseo,
que yo fablo e sobreseo
e mi lengua non s´atreve
a vos loar quanto debe,
visto en vos lo que veo.

Fortuna non discrepante
a sabia naturaleza,
tales dos vuestro senblante
fabricaron sin pereza.
De su perfecta belleza
con voluntad muy sincera
Venus vos fizo heredera,
e Palas de su destreza.

Pues Diana concordante
quiso ser en vos obrar,
e commo diestro mediante
pensó de vos procurar
honestad, que numerar
tal virtud non se podría;
pues Juno con alegría
vos dexó su buen fablar.

De claridad emicante
Aurora dotar vos quiso,
ca bivo sol corruscante
es çentro del vuestro viso.
La gentil fija de Niso,
del rey de Creta enartada,
nunca fue tan adornada
nin tan fermoso Narciso.

Finida

Vuestro angélico viso
por cierto non debe nada
al que la sancta embaxada
desçendió del paraýso.


Rasgos lingüísticos:

El texto que vamos a comentar presenta una serie de rasgos lingüísticos que nos van a llevar a una detallada fijación del mismo. La presencia de f- inicial, en e con la farpa d´Orfeo (v. 2), que yo vos fablo y sobreseo (v. 5), la gentil fija de Niso (v. 29), ... nos delata que estamos ante un texto integrado en el español cuyas grafías y fonemas corresponden al establecido por Alfonso X desde 1252: esta labiodental, fricativa, sorda /f/ se aspiraba ya en tal periodo, pero no dejará de aparecer en lo escrito hasta 1520. De modo paralelo, en nuestro escrito tenemos dos casos de h- inicial (honestad, v. 21 y heredera, v. 15) que no responden a tal aspiración: es, por el contrario de una consonante ya existente en latín, rasgo que nos acerca a un periodo prehumanista, pues en época alfonsí tal h- inicial latina no solía transcribirse pues no se pronunciaba.

Los casos de omisión de vocal final ( e con la farpa d´Orfeo - v. 2 -, e mi lengua non s´atreve - v. 6 -) no responde a una época de apócope de ningún modo, sino a una marca gráfica de sinalefa, pues la preposición de jamás presentó casos de apócope: cuando Alfonso X repone la -e tras r, s, l, n, d y z en el Libro de la Ochava Esfera (1276), por extranjerizante, quedan algunos restos de pérdida de esta vocal en los pronombres enclíticos y, ciertamente, se y le aparecen de tal manera hasta finales del XIV, pero en nuestro texto no se da tal caso: tal virtud non se podría (v. 22) o Calíope se levante (v. 1) son dos claros ejemplos de lo que decimos. Este rasgo, pues, nos confirma una proximidad a un periodo prehumanista (1400 - 1474). Más aún es esto así si sabemos que hasta finales del XIV la lírica se escribía predominantemente en gallego - portugués.

Por lo demás, en lo que a correspondencia de grafías y fonemas se refiere, nos encontramos con una seguridad más propia de XV que del periodo alfonsí: sólo nos encontramos alguna vacilación en commo por como en el verso 19, como reflejo de restos de dudas lastradas del Medievo, que perdurarán hasta mediados del siglo XV, fecha que nos puede servir como ad quo para la acotación temporal del texto. El resto de las consonantes responden bien al sistema del rey sabio: no hay confusión entre las sibilantes, como corresponde al periodo preclásico, cuando en el norte se simplifican en la sorda y en el sur las africadas se confunden con las apicoalveolares. En el poema que nos ocupa encontramos ç y c para dental, africada, sorda /s/: desçendió (v. 36), cierto (v. 34) y z para su correlato sonoro /z/: belleza (v. 13); x se reserva para prepalatal, fricativa, sorda /x/, embaxada (v. 35), y g más e o i para la sonora /z/: gentil (v. 29); s simple no intervocálica queda para la apicolaveolar, africada, sorda /s/ asseo (v. 4), sincera (v. 14), mientras que la simple intervocálica sonorizaba /z/: viso (v. 28).


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14 de septiembre de 2007

Dança de la muerte: Comentario lingüístico y literario





Señores honrados, la santa Escriptura
demuestra e dize que todo ombre nascido
gostará la muerte, maguer sea dura,
ca traxo al mundo un solo bocado.
Ca papa o rey o obispo sagrado,
cardenal o duque, e conde exçelente,
el enperador con toda su gente
que son en el mundo de morir han forçado.


Señores, punad en fazer buenas obras,
non vos fiedes en altos estados,
que non vos valdrán thesoros nin doblas
a la muerte, que tiene sus lazos parados.
Gemid vuestras culpas, dezid los pecados
en cuanto podedes con satisfación
si aver queredes conplido perdón
de Aquel que perdona los yerros pasados.


Rasgos lingüísticos.

Este texto muestra una serie de rasgos lingüísticos que nos van a esclarecer sus orígenes. De un lado no encontramos restos de apócope, caída de –e tras consonante, fenómeno que tuvo su auge entre finales del XI y 1270 y que pervive, en algunos casos, hasta finales del XV. Sin embargo, en este texto no hay ejemplos de este fenómeno.

El hecho de que obras rime en consonante con doblas muestra la confusión de líquidas y las inseguridades consonánticas aún no resueltas en época alfonsí, incluso en su etapa más tardía; de hecho aún persistirán en el periodo prehumanista.

La reducción de grupos consonánticos internos es propia de los albores del Humanismo, cuando se introducen latinismos con sus grupos consonánticos reducidos y adaptados al romance; punad, leemos en el texto.

Pero también es cierto que se relaciona con la introducción de cultismos en la época alfonsí la presencia de las grafías etimológicas –thesoros- y de grupos consonánticos extraños al español por introducción de cultismos -Escriptura-. Ello se debe a que muchas de las obras de la Escuela de Traductores de Toledo vierten obras directamente del latín respetando tales grafías. El mismo mantenimiento de H- inicial latina indica rasgo culto: Señores honrados.

De ambas tendencias: la de reducir o mantener grupos consonánticos cultos, podemos deducir que nuestro texto participa de la época alfonsí, pero también que anuncia ciertas particularidades propias del 1400 español: ha de ser un texto de entre finales del XIV y principios del XV.




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