9 de diciembre de 2007

El mundo en el que vivió Cervantes

16 de noviembre de 2007

Las Coplas de Jorge Manrique

12 de noviembre de 2007

LÍRICA CULTA Y POPULAR EN EL XV. LOS CANCIONEROS.



1.- La lírica tradicional en los siglos XV y XVI: los villancicos y el romancero.

1.1.- Los villancicos.

Con tal nombre se conoce toda la lírica tradicional castellana, catalana y sefardí. No se conoce por escrito hasta el siglo XV, cuando músicos y poetas de la corte de los Reyes Católicos empiezan a fijarla, pero anteriormente tuvo una tradición oral: en la Chronica Adepholsis Imperatoris y en la Crónica del Tudense, del siglo XIII, se citan canciones de boda, de soldados, y otras cantadas por el pueblo. Su descubrimiento en la Corte provoca una oleada neopopularista que se refleja en los cancioneros del XV y principios del XVI. La palabra “villancico” no se consolida hasta principios del XVI y varía con el nombre de “villançete” y “villancillo” siempre designando una estrofa amorosa tradicional o popularizante culta que será acompañada por una glosa.

La glosa popular es más corta y sintética, con léxico popular y una íntima relación, temática y formal, con el villancico base. La culta, por el contrario, es más larga, se explaya en la narración y el diálogo, incluye un léxico culto y tiene al villancico base como una excusa para la expresión poética culta.

El villancico, así entendido, es una poesía sintética de lenguaje simbólico, que se vale de pocos adjetivos y tiene un predominio de las oraciones simples y paratácticas. Suelen ser canciones femeninas y amorosas: una muchacha toma como confidente a su madre, quejándose de su amigo -como el habibi de las jarchas-. Tiene grandes coincidencias con las jarchas y las cantigas galaicoportuguesas; en Provenza existieron zéjeles del mismo tipo; en Francia, los refreins eran versos añadidos a composiciones mayores de la misma índole, como los frauenlieder germánicos. Probablemente todas estas composiciones vengan del mismo tronco, el de las winileodas de la baja latinidad de los siglos VII y VIII, que, a su vez, pudieran arrancar de lo ritos primaverales femeninos del Paleolítico, que cantaban al amor y a la fecundidad.

Sánchez Romeralo ha establecido una clasificación temática de los villancicos en cinco grandes grupos:
x la niña -con los temas de la morenica, el juego de los ojos y los cabellos-,
xx el encuentro amoroso -al alba, en los baños de amor o en la romería-;
xxx las penas de amor -el insomnio, la ausencia, el olvido, las quejas al mar, la malcasada,...-;
xxxx el desenfado y la protesta -por ejemplo en la niña que no quiere ser monja-;
xxxxx y las fiestas de amor -de mayo o de San Juan-.

Formalmente, los villancicos presentan una predominancia de la asonancia, versos de arte menor, preferentemente octosilábicos, y una variada serie estrófica: pueden mezclar libremente estrofas de dos a cuatro versos; aunque hay dos combinaciones fijadas en el zéjel y el cosaute.:

 Dísticos: el segundo verso repite parcialmente al primero y se asemeja en el ritmo acentual.
 Trísticos: de estructura abb.
 Estrofas de cuatro versos: cuartetas abab; en forma de endechas, en heptasílabos, preferidas para los temas dolientes; las redondillas, abba; y las seguidillas de estructura 7a5b7a5b.
 Zéjel: tiene un estribillo al que le siguen unos versos de mudanza, continúa con un verso de vuelta al estribillo y se cierra con el mismo estribillo. Tiene una estructura parecida a las moaxajas y qasidas, donde, en vez de estribillo, está el markaz al inicio.
 Cosaute, o cosante: es una serie de pareados separados por un estribillo invariable: el primero de los dísticos, o cabeza, contiene el estribillo y presenta el asunto, mientras que el resto de pareados insisten por variación sobre la idea dada en la cabeza.

1.2.- El romancero en los siglos XV y XVI.


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13 de octubre de 2007

LA PROSA MEDIEVAL. LA ESCUELA DE TRADUCTORES DE TOLEDO. ALFONSO X. DON JUAN MANUEL.




1.- La prosa medieval.

1.1.- Introducción.

Nace en romance mucho después del verso. Por ella se entiende discurso que va hacia delante frente al verso, considerado como discurso que vuelve según medida: el verso tenía mayor prestigio, mientras que la prosa tenía que disociarse del romance vulgar e irle ganando terreno al latín como lengua de cultura.

De ahí que fuera inicialmente, eminentemente didáctica. Mientras que en Francia e Italia las primeras muestras de prosa son jurídicas, en España son religiosas: las glosas. Las emilianenses datan de fines del IX y principios del X y proceden del Monasterio de San Millán de la Cogolla. Está en latín y es una miscelánea religiosa que al final incluye un glosario y varios comentarios en romance. Las glosas silenses proceden del Monasterio de Santo Domingo de Silos y tienen un glosario similar al anterior, pero, esta vez, a una compilación de los pecados agrupados en torno a los Diez Mandamientos para la confesión.

1.2.- Tipología (López Estrada)

- Sermones: la Iglesia va evangelizando en romance al pueblo por medio de este género, que ya existía en la tradición bíblica-latina. A partir de finales del siglo XII va introduciendo cuentos breves, sermones, refranes,... convirtiéndose en un antecedente de la literatuta cuentística y de exempla, al tiem po que toma buena parte del acervo de la oralidad del pueblo.

- Prosa gnómica o sentenciosa: Es didáctica y sentenciosa: son guías muy populares de comportamiento para el creyente bajo formas de máximas, pensamientos, citas apócrifas o ciertas de autoridades de la Antigüedad,... que fueron agrupadas en summas.


- Proverbios y refranes: expresaban una experiencia y un consejo que se encerraban en una oración breve: en ellos se mezclaba lo culto con lo popular. Sirvieron de libro de referencia a muchos autores del siglo XIV.

- Prosa histórica y legislativa: a pesar de no ser literatura, López Estrada se limita a destacar que toman categoría artística por la calidad de su prosa, al ser la lengua de cancillería la que irradia la norma. Se conservan un resumen en castellano de la Historia Roderici y fragmentos en las Chronicas Navarras.


- Ficción (Exempla):Es el primer género de ficción en el Medievo. Básicamente, es un relato breve moral o moralizado que se cita en apoyo de una doctrina, por lo que carecen de autonomía. Entran en España en el siglo XII y empiezan a decaer a finales del siglo XV. Aunque entra por vía árabe, tiene un origen occidental: la oratoria práctica de Cicerón y Quintiliano, ejemplarmente difundida en el Medievo por El libro de los dichos y hechos memorables, de Valerio Máximo.

- Ficción (Fábulas): Es un relato de índole verosímil, no realista, de preferente predominio de los protagonistas animales personificados. Se agrupaban en Isopetes (por el fabulista Esopo, lo que delata su origen igualmente occidental). Junto a los exempla, darán lugar a los cuentos.


- Ficción (Cuentos): Eran relatos breves, pero de una extensión mayor a los dos tipos anteriores. La figura principal es el narrador como voz que sirve de referente moral, religioso y filosófico: de ahí que apenas existieran diálogos. Los protagonistas son seres humanos o personificados.

- La influencia oriental de los cuentos es notable: el sentido de lo didáctico es eminentemente oriental. De hecho, como luego veremos, el Arzobispo Don Raimundo crea, ya en el siglo XI, la primera escuela de traductores une a árabes, judíos y cristianos para verter, generalmente con el latín como lengua puente, obras de origen oriental. En esta línea se escribe Disciplina clericalis, obra de principios del siglo XII del judío español Pedro Alfonso. Es la primera colección de cuentos orientales conocida en occidente: se compone de 34 cuentos engarzados entre sí por una ficción que sirve de marco, donde un padre alecciona a su hijo mediante una sucesión de cuentos que no retoman la trama: es una estructura acumulativa y abierta: trama-exempla.

Libros conservados

Libros perdidos

Libro infinido: se educa a un hijo para que mantenga las costumbres caballerescas.

Libro de la caza: manual de ocio noble para los de su estamento.

Crónica abreviada: Resumen de la Chrónica General , de Alfonso X.

Tractado de la asunción de la Virgen.

El conde Lucanor

El libro de los estados: los describe en la línea de las danzas de la muerte.

El libro del caballero y del escudero: en él ambos mantienen un diálogo, o fabliella, donde aquél adoctrina a éste sobre las esencias de la caballería.

El libro de los sabios.

El libro de las cantigas.

El libro de la caballería.

El libro de los engennos.

Las reglas de trovar.


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30 de septiembre de 2007

EL MESTER DE CLERECÍA


EL MESTER DE CLERECÍA. GONZALO DE BERCEO.

EL ARCIPRESTE DE HITA.


1.- El Mester de Clerecía.

En el ámbito castellano nace en el siglo XIII como el primer movimiento culto español. Se crea a raíz del Prerrenacimiento, nacido en Italia y Francia un siglo antes. Algunas circunstancias sociales colaboraron en su nacimiento: desde la victoria cristiana en Navas de Tolosa, en 1212, la guerra va cediendo paulatinamente, posibilitando el crecimiento urbano y la creación de universidades -la primera, en Palencia se funda precisamente entre 1212 y 1214-, que se suman a los monasterios como foco irradiador de cultura al que se acoge el mester. Además la ruta jacobea es también atracción para nuevas ideas; y en el IV Concilio de Letrán se promueve, de un lado, la necesidad de que los clérigos se culturizasen y, de otro, se invita a la evangelización en lenguas romances.

El nombre y sus rasgos definidores le vienen de la estrofa segunda del Libro de Aleixandre, donde se destacan varios conceptos claves: Mester sen pecado (...) de clereçía, se refiere a que es una escuela eminentemente digna y moralizante, desvelando su carácter didáctico -en oposición a la índole noticiera de la juglaría- y ligada a la condición de saber eclesiástico, es decir, culto: en contraposición a la base tradicional de la juglaría, el de clerecía bebe en las fuentes cultas latinas. Además aparece una conciencia de autoría que no tiene sentido en la tradicionalidad de las composiciones juglarescas.

Cuaderna vía, como grant maestría, es muestra de la voluntad artística de estos autores, opuestos al anisosilabismo y descuido del mester de juglaría. En efecto, la cuaderna vía -también llamada tetrámetro, tetrástico y tetrástrofo monorrimo- se compone de cuatro alejandrinos monorrimos en consonante. Este metro se importó del Roman de Alexandre francés, de la segunda mitad del XII. Éste, a su vez, lo tomó del Aleixandreis, en latín, que era usado como libro de docencia. Con todo, no todas las obras del mester tienen esta estrofa, especialmente en el siglo XIV.

La extensión del mester es variable según la crítica: mientras que Deyermond y López Estrada mantienen que sólo las obras del XIII son de la clerecía, Menéndez Pidal sostiene que también las del XIV han de incluirse bajo esta etiqueta. Sí es cierto que las diferencias entre las composiciones de un siglo y las de otro muestran rasgos distintivos; de ahí que no sea tan fácil alegar la segunda estrofa de nuestro Aleixandre como una suerte de poética del mester de clerecía:

O Mientras que en el XIII hay mayor regularidad de la cuaderna vía, en el XIV hay una mayor heterogeneidad con la aparición de letrillas, pareados, trísticos,...

O Las del XIV introducen elementos líricos, en oposición a la absoluta predominancia de lo narrativo del XIII.

O El didactismo, claro al principio, se va haciendo cada vez más ambiguo.

O La heterogeneidad de fuentes es mayor por momentos.


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LA ÉPICA MEDIEVAL. LOS CANTARES DE GESTA.



LA ÉPICA MEDIEVAL. LOS CANTARES DE GESTA.

EL POEMA DE MÍO ÇID.

1.- Características generales de la épica.

La palabra épica viene del griego epiqué, que a su vez se forma de epós, que significa palabra o canto. Por su parte, gesta proviene del latín gero, hacer. En efecto, un poema épico, o, entre nosotros, cantar de gesta, es un canto narrativo de tipo tradicional en el que se narran las hazañas legendarias de un héroe para la creación de una unidad nacional. El conjunto de poemas épicos de un país forman su epopeya. Encontramos cuatro grandes grupos épicos: el oriental, con el Ramayana y el Mahabharata; el clásico, con la Ilíada y la Odisea; el germánico, sin textos conservados; y el románico, es decir, el francés y el español, ya sea primitivo y medieval o bien culto y renacentista.


Según Colin Smith, los elementos definitorios de ella son los siguientes:

/Un héroe que ha de conseguir un ideal y se ve obstaculizado en su empresa.

/Tal ideal es un ejemplo moral para una comunidad.

/El héroe tiene contactos con la divinidad, de modo que su gesta puede devenir empresa providencial.

/El mundo es el varonil de la guerra, sin cabida para lo cortesano.

/Ostenta un tono elevado y sublime.

2.- Teorías sobre el origen de la épica románica.

2.1.- Teoría romántica: G. Paris.

Piensa éste que es reflejo del espíritu del pueblo, Volkgeist, de modo que es una creación colectiva y espontánea: entre los siglos VIII y IX los soldados cantan en francés poemas épico-líricos sobre hechos históricos llamados cantilenas. En el siglo XII un juglar une varias cantinelas y surge, en el 1100 el primer poema épico: la Chanson de Roland.

2.2.- Teoría positivista: Milà i Fontanals.

No fue compuesto por el pueblo sino por un autor individual, que se dirige con su poema a una clase aristocrática y caballeresca. Posteriormente llega a manos de los juglares, que lo divulgan entre el pueblo. Para él no existen las cantilenas porque es una invención crítica: antes del XII no se puede demostrar que haya nada

2.3.- Teoría jacobea: Bédier.

Los poemas épicos románicos son plasmaciones de leyendas eclesiásticas inventadas, antes del XII, por monjes en monasterios del Camino de Santiago para atraer público. Ellos, o juglares contratados para el caso, son los autores del poema, cuyas bases históricas se recogen en las crónicas en latín.

2.4.- Teoría latina: Willmote y Chiri.

Es una continuación de la tradición épica latina que parte de La Eneida: sus promotores eran los guardianes de la cultura impresa: los monjes. Menéndez Pidal les adujo que el tema fundamental de la épica románica es la venganza de sangre, contraria al Derecho Romano; además hay un costumbrismo germánico que no aparece en las fuentes latinas.

2.5.- Teoría tradicional: Menéndez Pidal.

Es tradicional en cuanto el poema tiene un autor individual originario: tiene forma de cantilena, de pocos versos. Cuando éste empieza a divulgarse se recuerda quién es el autor, como ocurre con la poesía popular. Posteriormente se olvida al autor y las lagunas que no se recuerdan del poema se reponen mediante nuevas invenciones: llega un momento en que el poema vive a través de variantes, que es lo que define la poesía tradicional. Los que tienen unos mil versos -los franceses- los llama kurtzepos; mientras que los que cuentan con dos o tres mil versos -los españoles- los denomina grossepos. Alguien, en esta etapa tradicional, fija por escrito una de las variantes ampliándola y modificándola, que es lo que hoy tenemos. Por tanto hubo épica anterior al siglo XII.

Nuestra épica deriva de los cantos historiales germánicos, anteriores al XII. Tres hechos lo demuestran: en primer lugar, se nota que los Fragmentos de La Haya son un trasvase del siglo X de un poema en hexámetros latinos que ya contiene a cuatro caballeros carolingios; además la forma de contar las batallas es típicamente germánica, demorándose en el cuerpo a cuerpo. Por otro lado, hubo una enorme moda onomástica Roland - Olivier y Rolando - Oliveros antes del XII, lo que indica la popularidad de los héroes de la Chanson. Por último, la Nota Emilianense, del siglo XI, de dieciséis líneas y en latín, ofrece un resumen de la leyenda de Roncesvalles, donde hay personajes que no están en la tradición latina ni en la francesa, pero sí en la española.

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